Marcha obreraLa construcción del día a día

Metido de lleno el país en las celebraciones por el Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810, acontecimiento que puso en marcha el camino que llevaría inexorablemente a la Independencia materializada el 9 de Julio de 1816, podemos, como ciudadanos del país y como descendientes de aquellos decididos cabildantes, mirar estos doscientos años transcurridos con medida del "vaso a medio llenar o del vaso a medio vaciar".Porque es cierto que falta mucho por hacer para convertirnos en la gran Nación que los independentistas soñaron, pero también lo es que desde entonces hasta hoy hemos crecido y nos hemos desarrollado como país.

Tal vez, de todas las cosas que falte hacer, las inherentes a nuestros propios derechos y al respeto por los derechos de los demás y por ende, de las instituciones, sea donde más en deuda estemos. Sin embargo, y como contrapartida, hemos sido a lo largo de nuestra historia un país con una profunda tradición pacifista y receptivo hacia el resto de los pueblos del mundo que encontraron en nuestro suelo trabajo y porvenir, sin distinción de razas ni de credos. Nuestro país es un verdadero crisol, como bien dice el Preámbulo de nuestra Constitución Nacional "para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino".



La primera organización obrera en la Argentina, del gremio de tipógrafos, fue la Sociedad Tipográfica Bonaerense, fundada el25 de Mayo de 1857, para "proteger a los que necesitaran auxilio justo o se imposibilitasen para el trabajo, o para que fueran bien remunerados". Roberto J. Payró dijo: "El gremio tipográfico bonaerense no fue nunca una masa inerte, manejada a capricho, sino la más independiente y levantisco que haya existido en nuestra capital".

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